“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía”
2 Tim. 1:7
I. Avivar el fuego del don.
A. ¿Podía algún hermano con un don del Espíritu Santo tener espíritu de cobardía? Parece que sí; a no ser así, ¿por qué esta exhortación?
B. En realidad el Nuevo Testamento revela mucha conducta incorrecta de parte de personas con dones del Espíritu Santo.
1. 1 Cor. 1:7, “nada os falta en ningún don”. Una lista de estos dones se encuentra en 1 Cor. 12:8-10. Sin embargo, Pablo tuvo que corregir varios errores en esa iglesia: la división y otras formas de carnalidad, la actitud inapropiada hacia predicadores, la fornicación tolerada, la litigación ante los incrédulos, errores con respecto al comer lo sacrificado a los ídolos, como también con respecto a los dones mismos, y la resurrección.
2. Gál. 2:11, “Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar”. Los apóstoles fueron bautizados con el Espíritu Santo (Hech. 1:5; 2:1-4).
C. Por lo tanto, aunque Timoteo poseía un don, Pablo le recuerda que “no nos ha dado Dios espíritu de cobardía”.
D. La cobardía (timidez) resulta de la falta de fe. Mat. 8:26, “¿Por qué teméis, hombres de poca fe?” Apoc. 21:8 habla de los cobardes e incrédulos. Estos son compañeros inseparables.
E. ¿Por qué tienen espíritu de cobardía algunos evangelistas?
1. Porque no quieren enseñar todo el consejo de Dios, Hech. 20:20, 27
2. Porque no quieren predicar en contra de todas las obras de la carne, Gál. 5:19-21 (compárense Sant. 4:4; 1 Jn. 2:15-17, al amor al mundo). Deben condenar la falta de modestia, el participar en actividades mundanas (tomar, bailar, los juegos de azar incluyendo la lotería), el divorcio y segundas nupcias, someterse al gobierno (aunque no estén de acuerdo con las leyes o no les convengan; p. ej., las leyes sobre los impuestos o la inmigración), el papel de la mujer, el amor al dinero y todos los males que produce, el mentir y usar tácticas chuecas para obtener beneficios o ventajas en el negocio o en el empleo o en conseguir beneficios materiales del gobierno, y una infinidad de cosas que están en conflicto con la sana doctrina.
3. Tienen temor de perder el apoyo económico si tratan puntos de controversia. Para evitar problemas predican lo que creen los que les pagan el salario.
4. No quieren “padecer persecución a causa de la cruz de Cristo” (Gál. 6:12).
II. Dios nos ha dado el espíritu de poder.
A. Uno de los dones de Dios es el espíritu de poder. Dice Pablo, “no nos ha dado … sino …”
1. 2 Cor. 12:9, “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10 Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. Con el espíritu de poder que el Señor nos da podemos enfrentar los insultos, las calumnias, las críticas y toda clase de persecución o oposición.
2. Efes. 1:19, “la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza … 3:16, para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”; Col. 1:11, “fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria … 1:19, para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí”; Fil. 4:13, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
3. 2 Tim. 1:12, “estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día”.
B. Se requiere poder para llevar a cabo las instrucciones de Pablo a Timoteo.
1. Se requiere poder para mandar a algunos a no enseñar diferente doctrina, 1 Tim. 1:3.
2. Se requiere poder para mandar a las mujeres a que se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia, 1 Tim. 2:9.
3. Se requiere poder para enseñar los requisitos para obispos, 1 Tim. 3:1-7, y para reprenderlos delante de todos si persisten en pecar, 1 Tim. 5:20.
4. Se requiere poder para exponer las doctrinas falsas y advertir de la apostasía, 1 Tim. 4:1-4.
5. Se requiere poder para guardar y enseñar las enseñanzas de Pablo sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad, 1 Tim. 5:21.
6. Se requiere poder para condenar la avaricia, 1 Tim. 6:9, 10, mandando a los ricos que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, 1 Tim. 6:17, 18.
III. Dios nos ha dado el espíritu de amor.
A. 1 Tim. 1:5, Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia, y de fe no fingida”.
B. Rom. 5:5, “el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado”.
C. Cuando Pablo escribió la primera carta a los corintios estaba muy escaso el amor entre ellos, pues había entre ellos divisiones, litigaciones y toda clase de conflictos y confusión. En esa carta les explica el verdadero amor (cap. 13). Además, en la segunda carta sigue hablando del amor: 2 Cor. 2:4; 5:14; 6:6; 8:8, 24.
D. Así es el carácter del cristiano, y es don de Dios, porque no nacemos con esta cualidad. Es el “fruto” del Espíritu, Gál. 5:22. Tenemos este don cuando estamos “fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu”, Efes. 3:16.
E. Si amamos a Dios, a los hermanos y aun a los enemigos, este “perfecto amor” echa fuera el temor, 1 Jn. 4:18, “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”. El amor produce el valor para no tener temor de peligros, persecuciones o privaciones. Si la familia está en peligro, el amor del hombre le hace ciego al peligro porque sólo piensa en defender o rescatar a su familia del peligro. De la misma manera, si de todo corazón amamos a Cristo, a la iglesia y a los perdidos, perderemos todo temor en nuestros esfuerzos por llevar a cabo la obra del Señor (AB).
IV. Dios nos ha dado el espíritu de dominio propio cordura, sensatez, 1 TIM. 2:9, con modestia). SI el dominio propio es sensatez, cordura, ¿cómo se debe describir la falta de dominio propio?
A. Mat. 16:24, el dominio propio requiere el negarse a sí mismo.
B. 2 Ped. 1:6, el dominio propio se añade al conocimiento.
C. Sant. 3:1-12, el dominio propio requiere que se domine la lengua; 1 Ped. 3:10.
D. 1 Cor. 9:24-27, el dominio propio requiere que se domine el cuerpo.
E. Prov. 16.32, el dominio propio requiere que se domine el espíritu. “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; Y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad”. Efes. 4:26.
F. 1 Cor. 7:29-32, el dominio propio requiere que se dominen las emociones.
G. El dominio propio requiere que se administre con cuidado el dinero.
H. El dominio propio requiere que se administre bien el tiempo.
I. En fin, el dominio propio requiere que la vida entera esté completamente bajo la dirección de Cristo, nuestro Señor.
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