¡Vivir en paz! ¿Quién no lo
desea? La búsqueda por la paz está siempre presente en la historia de la
humanidad. Y si alguien muy importante nos dijera: “Si es posible, en cuanto
dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres” (Romanos 12:18)
Queremos paz, pero siempre esperamos que la paz provenga de los demás, y
olvidamos de dar el primer paso en dirección a la paz. Jesús fue agredido con
mucha violencia hasta el momento de su crucifixión. ¿Y qué hizo el Hijo de
Dios? Retribuyó con mucha paz. Y murió para que nosotros tuviéramos el perdón
de todos nuestros pecados. Una vez perdonados, consientes de que Dios nos
acepta aun siendo pecadores, podemos vivir en paz. A través de la violencia que
sufrió, Cristo nos dio paz. No te quedes esperando que la paz comience por los
demás.
Oremos: Señor Jesús, tu nos
dejaste la paz que podemos tener a través del perdón de nuestros pecados y de
la certeza de la vida eterna contigo en el cielo. Estoy muy agradecido a Ti por
eso Amén.
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