Lee en tu Biblia: Mateo 5:6
Ser feliz es hacer la voluntad de Dios. Y ¿cuál es la voluntad de Dios? Fácil: la ley de Dios se encuentra en los Diez Mandamientos. Pero, infelizmente, nosotros preferimos dejar a un lado la voluntad de Dios y es eso lo que causa tanta injusticia, confusión y caos en el mudo. Dios conoce nuestras debilidades y nuestra incapacidad de hacer Su voluntad. Por eso, Dios envió a Jesucristo, quien vino para hacer la voluntad del Padre. Jesús hizo la voluntad del Padre, sufrió y murió en nuestro lugar, convirtiéndose en nuestro Salvador. Por medio de la fe en Jesús nos volvemos obedientes a la voluntad de Dios gracias a Su perdón. Es muy importante que nos acordemos de lo que dice la Palabra de Dios: “El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre” (1 Juan 2:17).
Oremos: Querido Dios, reconozco que muchas veces no hago Tu voluntad. Sé que soy pecador, pero confío en Cristo porque solamente Él cumplió plenamente Tu Santa voluntad. Señor, a través de Jesús, soy feliz. Amén.
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